sábado, 14 de abril de 2007

LA VIDA Y UN TREN...

Que común es abrir el mail y encontrarse con cadenas, con chistes, consejos para encontrar el amor, encuestas y maleficios si no lo reenvias. Aveces son buenos y otras una lata en verdad abrirlos... pero hace algunos dias me llegó uno donde hacian una comparación de la vida, con un viaje en tren y encontré que en muchas cosas era cierto y uno nunca se da el tiempo para pensar en esas cosas...
Un poco lo que decía era:


"La vida no es más que un viaje en tren repleto de embarques y desembarques, salpicados de accidentes, sorpresas agradables y profundas tristesas.

Al nacer nos subimos al tren y nos encontramos con algunas personas, las cuales creemos que siempre estarán con nosotros en este viaje: nuestros padres. Lamentablemente la verdad es otra, ellos se bajaran en alguna estación dejándonos huérfanos de su cariño, amistad y compañía irremplazable.
No obstante, esto no impide que suban otras personas que serán muy especiales para nosotros. Llegan nuestros hermanos, amigos y esos amores maravillosos.

De las personas que toman este tren, habran las que lo hagan un simple paseo. Muchos al bajar dejan una añoranza permanente. Otros pasan tan desapercibidos que nisiquiera nos damos cuenta que desocuparon el esiento.

Es curioso que algunos pasajeros que nos son más queridos, se acomodan en vagones distintos al nuestro, por lo tanto, se nos obliga a hacer el viaje separados de ellos.

No importa, el viaje se hace de este modo: lleno de desafíos, sueños, fantacias, esperas y despedidas.... Pero jamás regreso.

El gran misterio, al fin, es que no sabremos jamás en que estación bajaremos, mucho menos donde bajaran nuestros compañeros, ni siquiera el que está a nuestro lado..."

1 comentario:

Beto dijo...

Y ese gran misterio está la gracia....

Esa incertidumbre que nos comprime el estómago tanto de penas como de emoción... esa duda infinita de no saber que hay adelante en el camino, mas allá de lo que proyectamos...

Esa linda incertidumbre que, lo único que te entrega, es la certeza de que nunca sabremos lo que pasará o quién se subirá a nuestro tren. Pero que te permite tener lo más importante: fe... fe en que, en potencia, tu tren puede ser el más hermoso que haya pasado por los gastados rieles de tu vida.