domingo, 4 de marzo de 2007

HISTORIA SIN FIN....

Que raras esas historias que no tienen término, esas historias que por cosas de la vida, no tienen su punto final, como dos personas dejan de verse, perdiendo completamente el contacto.... pero quien sabe si algún día habrá un reencuentro...

Estábamos de camping en Calafquen, a mi me había invitado la Javi, todo esto hace algunos años atrás. En el sitio de al lado había una familia, a los cuales veíamos poco, pero algo que me llamó mucho la atención de ellos, era la lancha y una moto Yamaha que me encantó (siempre me han gustado las motos y esa especialmente era preciosa).

Un día nos preparábamos para come, yo ayudaba a la tía a preparar la comida, junto con la Javi y la Gigi, cuando se cae un colador al suelo, “yo lo lavo” dije y fui a la llave más cercana, que quedaba entre los dos sitios.

Mientras estaba lavando el colador llegó el vecino, ahí me puse a conversar con él, era unos años mayor que yo, estudiaba y vivía en Santiago, su nombre Matías...bueno luego de unos minutos, ahí quedó la conversión, tenia que llevar el colador para hacer la comida “¿qué onda?”, “¿quién era?”, “uy!”, fueron lo que me dijeron cuando volvía a la carpa (jejeje)

Al día siguiente, estábamos en la playa tomando sol, cuando por cosas de la vida me quedé sola, mis tíos, habían ido al pueblo, la Gigi estaba lavando la loza, la Coni y la Javi fueron a jugar tenis, y yo me quede ahí, guatita al sol. Cuando Matías se me acerca y me dice “¿quieres ir a andar en moto?” uf! Que me dijeron “yapo, yo feliz” y fuimos a andar por un circuito que hay en el camping.

Matías era bastante guapo, muy buena pinta, más alto que yo, ojos claros y deportista (¿qué más se puede pedir?), al subirnos a la moto me dice “afírmate con fuerza nomás, con confianza”, cuando llegamos al circuito, dimos unas vueltas, conversamos un rato y me dice “¿vamos a andar al escorial?” (lugar situado a las afueras del camping), “pucha, la verdad es que no puedo, mis tíos no están y no tengo como avisarles” le dije yo, entonces me dice “entonces vamos a andar en lancha, hay una playa muy linda con aguas turquesas, al otro lado del lago” (uy! Que rabia, que ganas de haber ido, pero...) “tampoco puedo, sin mis tíos no puedo moverme del camping” le dije, “pucha”, a si que seguimos conversando...

Al día siguiente él salio con su familia, no volvió a hasta bien tarde, cuando nos juntamos, nos intercambiamos números de teléfonos y nos despedimos, ya que al otro día nosotros nos veníamos de vuelta a Santiago, nos íbamos a ir temprano y no nos volveríamos a ver, yo nunca pensé volver a verlo, pero el tiempo en que lo conocí fue muy especial, conocí a un hombre encantador, maduro e inteligente...

De vuelta acá en Santiago, recordaba los buenos momentos pasados en las vacaciones, la gente a la que conocí y los lugares que visité...
A los pocos días suena el teléfono, mi mamá me dice te llama Matías, uf! Nunca pensé que me llamaría, el nervio me invadió, me sonrojé y me fui a hablar por el teléfono a mi pieza, conversamos como media hora y después de ese día hablábamos casi todos los días, me llamaba él o lo llamaba yo, pero cada día eran más largas y profundas las conversaciones, cada ves había más confianza entre nosotros, nos íbamos conociendo poco a poco, hasta que un día quedamos en juntarnos, nos pusimos de acuerdo en el día, la hora y el lugar, ya estaba todo listo para nuestro reencuentro, pero como tenia que ir hasta santiago le dije a unas amigas que me acompañaran, poco a poco el grupo fue creciendo y al final fuimos en patota pa Santiago, éramos varios de mi curso los que me acompañaron al mall (lugar donde nos reuniríamos), yo les había dicho a mis compañeros que me encontraría con un amigo, ellos dijeron, “no hay problema, te dejamos sola”...

El momento del encuentro, sentí mucho nervio, la sangre me subió a las mejillas y sentía temblar mis piernas, a veces la lengua se me trababa, pero fue una tarde muy agradable, lo pasamos muy bien, el fue muy caballero y atento conmigo, luego de ese día seguimos en contacto, seguimos hablando por mucho tiempo, hasta que en agosto mas o menos él me dice “me voy a estudiar a Estados Unidos, el próximo mes me voy”, a los pocos días, de ese día hablamos por última ves, nunca más escuche su voz y nunca más supe de él, perdimos contacto definitivamente...

5 comentarios:

gaela dijo...

puta amiga, esas historias si que dan ganas de contarlas, esas historias que tienen emocion o que de alguna manera nos marcan una etapa de la vida, aunque para algunos sea la historia mas weona del mundo. cada personaje de este mundo le da distino enfacis a las cosas que le van pasanado, algunas simplemente las dejan pasar, pero lo que me gusta de ti es que de cada historia que has tenido sacas lo mejor de cada una, y lo malo lo tratas de olvidar o simplemente lo usas como apoyo para seguir creciendo como persona y como mujer. putas amiga te deseo lo mejor en estre año y espero q la distancia no nos separe, te quiero mil!!!!!!!!!!!!!!!!

blah dijo...

oo!! q buena la historia!!! entiendo perfectamente el sentimiento.. en todo caso.. vuelve.. o no??? una nunca sabe... xD
ya.. te dejo
besitos
aios

Anibal L. Gonzalez Oyarce dijo...

ufff... mejor que teleserie de del Mega...XD...

Anibal L. Gonzalez Oyarce dijo...

y tus amigas todas emocionadas con la historia.... yo 0 "entendimiento"...

Beto dijo...

A veces no te parece que esos momentos son como sueños... sueños lindos y añorables... pero sueños que con el tiempo se vuelven nubosos y traicioneros... y te preguntas...

Te preguntas si fue tan real como lo creiste... te preguntas si no inventaste taanta maravilla, te preguntas si fue mejor que haya pasado o quizás ahora sería mejor nunca haber vivido eso....