martes, 20 de febrero de 2007

...ERRORES V/S LIBERTAD...

Paulina no hagas eso, no vallas para ese lado, no te juntes con tal o cual persona, son las típicas restricciones, entre otras, que ponen los papas para protegernos, pero que muchas veces nos impiden equivocarnos. No lo estoy reprochando, solo cuestiono algunas cosas, porque creo que por medio del error se aprende...


Está bien, no creo que algún papa quiera que sus hijos se equivoquen, ni que se den porrazos en la vida, pero sin ser extremos, ni hablar de grandes caídas o equivocaciones, soy una fiel partidaria de que los niños tienen que darse cuenta de los peligros que hay en esta sociedad por su propia experiencia, no por la de los padres, que vivieron en otra época, con otras problemáticas y carencias sociales.

Cuando un niño (no muy chico) se va acercando a una estufa los adultos tienden a alejarlo de ella muy rápidamente, antes de que el niño sienta el calor, pero si lo dejamos que se aproxime, él poco a poco notará el aumento de la temperatura y si se acerca aun más comenzará a quemarse, y por una condición natural y espontánea se alejará de esta y quedará grabado en su memoria, que al acercarse a una estufa, se siente mucho calor. Si esta situación se repite un par de veces, el niño no se va a volver a acercar a una, esto es lo que en psicología se llama reflejo condicionado.
¿Cómo aprendió mejor el niño, cuando lo alejaron antes de sentir el calor, o cuando sintió el rápido aumento de temperatura?

Por lo tanto creo que en el error está el aprendizaje, porque al equivocarse uno puede determinar las variables involucradas y saber con mayor claridad cuales son las falencias y dificultades... si bien estoy resolviendo científicamente el problema, de mi propia experiencia creo que al uno hacer las cosas y equivocarse logra captar la esencia y logra encontrar la solución más correcta o bien, la menos equivocada.
Y creo que es antes y después de esta etapa donde deben entrar los padres. Antes aconsejando, mostrando el camino y después ayudando a encontrar la solución o las posibles alternativas, pero nunca jamás prohibir que un hijo cometa un error, porque está en la rebeldía natural del niño llevarle la contra a los padres...

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